¡Al rico helado! - Aquellos veranos ochenteros

Estamos a un mes escaso de que llegue el verano (aunque climatológicamente parezca que ya estemos en él) y seguro que muchos de vosotros ya estais disfrutando de los helados, ese exquisito manjar que tan bien sienta cuando aprieta el calor. En esta entrada he querido rendir un pequeño homenaje a esos helados que realmente marcaron nuestra infancia. Vamos con ellos:

FrigoDedo y FrigoPié


Primero fue el FrigoDedo y unos años más tarde apareció el FrigoPié como evolución natural del anterior pero llegando a superar a su predecesor y siendo hoy día el mejor helado de la historia según la web all-rankings.com.

Calippo


Sin duda el helado de hielo más mítico (teniendo en cuenta que los helados de hielo eran como de segunda clase; estaban un escalón por debajo de los otros). Al principio sólo había 2 sabores: limón y fresa, pero con el tiempo la gama de calippos se fue ampliando y pudimos ver como llegaban el de piña, naranja y cola.

Drácula

Posiblemente uno de los pocos helados que combinaba helado de leche con polo de hielo. A su cobertura polo de cola había que añadirle su interior de polo de fresa y además, helado de vainilla. Una combinación explosiva pero lo mejor de todo es que: ¡Drácula salía en el envoltorio!

Twister


Me encantaba todo del Twister, su forma, su sabor su textura. Y es que la representación de un tornado en un helado no es algo que se le ocurriera a alguien que estuviera en su sano juicio. (Atentos al precio, ¡ay, como cambian los tiempos!)


Negrito


Éste era uno de mis favoritos ya que tenía chocolate por todos lados de mil formas distintas. Lo mejor, su corazón de chocolate líquido. Buenísimo.

Mikolápiz


¿Puede haber algo mejor que un helado con forma de lápiz y que además guarde en su interior la posibilidad de que te pueda tocar otro gratis? Yo creo que no.

ColaJet


Un polo de cola con forma de cohete. No es que me gustara especialmente, ya que era bastante simplito.


Fantasmikos


Los Fantasmikos me chiflaban. En cada bolsa venían 6 o 7 politos con forma de fantasma. No sé de que estaba hecha esa mierda, pero era mierda de la buena.

Pirulo


Un intento de superar al Calippo, pero yo sigo prefiriendo el de Frigo. Para hacerlo más atractivo le pusieron un palo en forma de espiral de manera que pudieras hacer volar una hélice que te daba el quiosquero aparte, y es que le costó hacerle sombra al Calippo. Lo que acabé odiando del pirulo fue su anuncio de televisión. Durante todo el anuncio se repetía lo mismo llegándote a taladrar la cabeza. ¡Pi pi pirulo!


Boomy


Debido al clamor popular me he visto en la obligación de añadir el Boomy, un helado que consistia en un palo en el que estaban ensartadas 4 frutas hechas de polo de hielo. La verdad es que estaba bastante bueno.

Miko Mario


¡Y aquí lo teneis! Una de las pocas veces en la historia (si no la única) que se lanzó al mercado un helado inspirado en un videojuego. Sí, hablo del Miko Mario. El helado en sí no es que fuera la reostia aunque por lo que sí destacaba era que su nariz ¡era una bola de chicle!, toda una revolución en aquellos tiempos.

Y aquí termina este breve repaso a los helados de nuestra infancia. Ahora os dejo a vosotros que continueis en los comentarios. ¿Cuál era vuestro favorito?