Ésto es lo que me pasó cuando al entrar en un almacén donde vendían productos al por mayor vi que en una de las estanterías había varias cajas con sobres de Tang. Sin pensarlo cogí uno de cada sabor (ya sabéis, los míticos Naranja, Limón y Tropical) y me olvidé por completo de lo que iba a comprar en principio en ese sitio.

La clásica jarra de Tang llena de rico Tang de naranja
¿Y es que quién no recuerda esas fiestas de cumpleaños con jarras de Tang por doquier? ¿O esas meriendas acompañadas de este refresco?. La verdad es que me gustaba, y mucho. Y cuando lo pruebas después de bastantes años (como acabo de hacer mientras escribía esta entrada) te das cuenta de que el Tang estaba (y está) realmente bueno. No es como esas películas a las que el tiempo les pasa factura. El Tang es de esas que con los años no pierden ni el más mínimo atisbo de su esencia y aún a día de hoy nos siguen sorprendiendo. Se podría decir que el Tang es el Parque Jurásico de los refrescos de nuestra infancia. Y por poco más de 40 céntimos que vale un sobre, ¿quién se resiste a no hacer un viaje al pasado por tan poco dinero?
Pero no todo van a ser alabanzas a un producto que en esencia son polvos diluidos en agua, o como diría mi madre: "- Eso no tiene nada más que fuchina*" (como la mayoría de las bebidas que podemos comprar en cualquier supermercado sólo que en este caso, y al ser el proceso totalmente llevado a cabo por el consumidor, la sensación de que lo que estás bebiendo es química pura es más apreciable. Ya sabéis eso de ojos que no ven...).
Un poco de historia
Lo que me ha sorprendido bastante de la información a la que he recurrido para escribir esta entrada (aparte de mis propias vivencias) es que esta rica bebida en polvo tiene un origen bastante más interesante que el simple hecho de amenizar las fiestas de cumpleaños de la chavalería.
Y es que ese fue su único objetivo cuando la bebida empezó a venderse allá por el año 57. Por aquel entonces se comercializaba como un refresco normal, con el agua ya incluída en el envase. No fue hasta 2 años más tarde cuando se empezó a vender en forma de polvo y tras ésto llegaría el éxito de la marca Tang. Y es que la NASA decidió usar esta bebida para abastecer a sus astronautas en sus misiones espaciales. A partir de aquí se impondría entre el público general la falsa creencia de que esta bebida fue creada específicamente para las misiones espaciales, y claro, la gente de inmediato se sintió atraída por el hecho de sentirse un poco más astronautas al beber lo que éstos bebían.
¿Por qué la NASA empezó a usar el Tang? Pues porque en el espacio el agua que beben los astronautas se crea mediante reacciones químicas (supongo que para ahorrar espacio). Pero el sabor de este agua generada artificialmente no les gustaba mucho, por lo que decidieron incluir el Tang en el menu de las misiones espaciales para disfrazar ese sabor tan raro que tenía el agua que bebían.
*Fuchina: química, porquería, mierda.
Es verdad, que recuerdos. Como todos sabía lo de los astronautas, pero desconocía que era por el mal sabor del agua. Lo que se te ha olvidado mencionar es la jarra aquella cuadrada de cristal con la tapa de plástico que todos teníamos con el logo de Tang en al canto.
ResponderEliminarEs verdad PoisonBoy. El caso es que no encuentro ninguna foto decente de la jarra y ya creo que nadie tendrá ninguna por su casa. Si tienes o encuentras alguna foto te agradecería que nos la enviaras.
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