Una disquisición profunda sobre las Tortugas Ninja es, a todas luces, innecesaria en los tiempos que vivimos, en donde el precio de la vi...

Curiosidades sin interés sobre las Tortugas Ninja


Una disquisición profunda sobre las Tortugas Ninja es, a todas luces, innecesaria en los tiempos que vivimos, en donde el precio de la vivienda  hace que la perspectiva de vivir en una alcantarilla haya pasado de ser una molona fantasía juvenil a una siniestra posibilidad cada vez más palpable. Quizás todo haya sido parte de un plan tejido por nuestro villano mascachapas preferido, el Despedazador, en colaboración con algunos banqueros de la dimensión X. En cualquier caso, nosotros queremos unirnos a esta celebración espontánea de jubileo tortugoso, que pasado su 25 aniversario, aún sigue proporcionando a sus creadores, Kevin Eastman y Peter Laird, una generosa jubilación.

Sin más, os dejamos con nuestra colección de hechos sobre las Tortugas Ninja que carecen de interés; lo hacemos porque la indiferencia es una de las herramientas más poderosas de un guerrero de las sombras del siglo XXI, eso y el tedio inherente a los artículos de listas.


Unamazing Fact #1: Existe un juego de Rol de las Tortugas Ninja que te permite jugar con animales mutantes sexualmente enfermos



Lo que mucha gente no sabe –y realmente no tiene necesidad de saber- es que el Juego de Rol de nuestros quelonios favoritos fue el primer artículo de merchandising que se creó para la franquicia. Eso es, antes que la serie de televisión, las tazas de películas y  los sintetizadores Casio. El juego se titulaba, no sin acierto, Teenage Mutant Ninja Turtles and Other Strangeness.

El juego consistía en la creación de animales mutantes para, entre otros menesteres, luchar contra el crimen, vivir en sitios insalubres y viajar en el tiempo. Hasta aquí todo normal, pero lo verdaderamente inquietante empieza con la posibilidad de incluir en nuestros personajes taras de tipo sexual, como puede ser la zoofilia, necrofilia, y sí, la homosexualidad. El juego, publicado a mediados de los 80, aún consideraba que ser gay era una enfermedad (después incluso de que asociaciones de psicólogos se retractasen por tal afirmación) y algo vergonzoso incluso para un reptil gigante sociópata con tendencias violentas. Sin embargo, el juego fue un fracaso por culpa de -según uno de sus creadores- la serie de televisión, que había llevado a la serie de ser considerada un cómic de culto a un entretenimiento familiar, alienando a su público original. La polémica, por tanto, jamás transcendió y se quedó en una mera curiosidad para aficionados y coleccionistas.


Unamazing Fact #2: El maestro Splinter es un sádico violento consumido por la venganza


Sería interesante comprobar si una rata puede aprender ninjitsu con videos de Youtube, porque algo así fue el entrenamiento marcial del inefable Maestro Splinter; encerrado en una jaula, una rata se saca el cinturón negro imitando las katas de su dueño, Hamato Yoshi. La serie de los 80 añade un poco de sentido común haciendo que sea el propio Yoshi quien se trasforma en rata en contacto con el mutágeno. Sin embargo, el rasgo de Splinter que más se ha obviado es que es un tipo, rata, algo, muy rencoroso.


En la versión original del cómic, Splinter entrena a las tortugas para matar al asesino de su maestro pero así, de buen rollo, sin acritud, y lo deja caer como al que le gustaría que le organizasen un cumpleaños en el telepizza.
Con semejante ejemplo paterno, las tortugas no se lo piensan y ejecutan la vendetta al viejo estilo, sin andarse con rodeos. Buenas tardes. Cowabunga, hijo de puta.



Unamazing Fact #3: Shredder es el Tío Phil



La muerte de Shredder nos apena, pero nos pone mucho más triste cuando caemos en la cuenta de que tan entrañable personaje tenía la voz del gran James Avery en la serie de los 80.  El que ha sido reconocido como uno de los mejores papás televisivos de todos los tiempos hizo sus primeros trabajos como doblador de animación. Tras sobrevivir a Vietnam, licenciarse en arte dramático y hacer sus pinitos como guionista, un buen día, jugando al basket con amigos, unos chicos del barrio le metieron en un lío: ponerle la voz al villano por excelencia de la nueva serie de moda. A día de hoy Sr. Banks, le estamos agradecidos.


Unamazing Fact#4: El tatuaje de Vanilla Ice



Antes de que los raperos bebiesen cristal y ganasen oscars, eran gente con collares de despertadores que comían pizzas y cantaban canciones de las tortugas ninja. Tal es el caso de nuestro Pocholo intergeneracional, Vanilla Ice, ese artista que, sin despeinarse, cantaba el himno tortuguil por experiencia en Tortugas Ninja 2, El Secreto de Los Mocos Verdes. Pura poesía dadaísta en un título que albergó el debut cinematográfico del rapero, y que le ayudo a consolidarse como artista con videoclips extraños y desconcertantes. Para no olvidar sus orígenes, el bueno de Vanilla se tatuó el cartel de la segunda película en la pierna. Pierna que, tras su muerte, será congelada y expuesta por los fans.


Unamazing Fact #5: Rafael se echa novia



Puesto que, como hemos visto, cualquier bicho mutado es por definición heterosexual (nótese las sospechosas posibilidades de tal afirmación) lo normal es que nuestras tortugas favoritas, en algún momento de sus adolescentes vidas, se echasen una novia, aunque fuese una de estas del badoo que ya se sabe, son pa guarrear más que otra cosa. Tenemos un ejemplo de esto en los cómics que Archie sacó para las tortugas, donde Rafael, el cani en potencia de la banda, se echa una novia que resulta ser una zorra (badum tsss) y que conoce en sus viajes por el tiempo: Ninjara. Como buena ni ni de otra época, se mudará a vivir a casa de su chulo hasta que la situación sea insostenible y hermano mayor baje a las alcantarillas de New York.

Ahora en serio, la historia de su origen es la siguiente, en uno de sus viajes al Japón feudal las tortugasñdjwq ZZZZZZZZ… ¿qué? ah, si, bueno el personaje duró unos cuantos números y luego se fue porque su planeta la necesitaba, o algo así. Realmente ¿a quién le importa?

Y esto ha sido todo, esperamos que este recorrido por la sordidez os haya resultado edificante y motivador; como podéis ver, el legado de Eastman y Laird continúa vivo en todos nosotros. Cada vez que un amigo vuestro se apunte a ninjitsu, cada vez que en un polígono industrial lejano un héroe anónimo entrene con sus luchakos y cada vez que compréis la pizza de pollo del mercadona, pensad en las tortugas, las ratas, y todo lo que les debemos. Buenas noches amigas y amigos.

3 comentarios:

  1. A mi lo que me intrigó muchisimo fue la temporada en que las tortugas se conviertieron en Wrestlers Espaciales y viajaban de una dimension a otra dentro de la boca de una cabeza de vaca gigante que los absorbia y luego los escupia en otro planeta, y, creo recordar que de hecho, despues de acabar con esa coleccion, dejaron a Raph con el traje ese que llevaba que era como una sombra entero negro, y el caso es que me molaba !
    http://4.bp.blogspot.com/_YSzzRLBav4Q/S-Pajekx5CI/AAAAAAAAALU/HdB-R1d5_54/s1600/stumpleo.jpg

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  2. Qué buen trabajo. Nosotros en su momento nos echamos una partida a las Tortugas Ninja, pero el programa no les hizo justicia ni de lejos.
    Es curiosa la "mutación" que han ido sufriendo las Tortugas a lo largo de los años.
    Por cierto, la última serie animada, que ponen en Clan, creo, de muñequitos 3D está de putísima madre. Hasta el propio Eastman reconoció que le encantaba. Una serie muy buena para esta generación. Muy recomendada.

    Un abrazo, artista.

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  3. Pues a mí esta serie nueva dejó de interesarme en el momento en el que sustituyeron el Cowabunga por otra palabra. AHÍ perdieron todo mi interés, pero bueno, sí me lo decís vosotros, le daré una mínima oportunidad.

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