Con este artículo quiero terminar de contar mis experiencias frikis por Chicago. La tienda LEGO de Chicago, situada en la Water Tower, la encontramos de casualidad. Realmente íbamos buscado un sitio de hamburguesas llamado MBURGER que nos había recomendado nuestro amigo el que hacía de guía y que, por cierto, en el que se come muy bien y muy barato.A la entrada de la tienda encontramos en el escaparate este impresionante cuadro gigante en el que, como si fuera una pintura, está representado el skyline de la ciudad de Chicago hecho al 100%, por supuesto, con piezas de LEGO. Me encantó el detalle de que colocaran algunas minifiguras de superhéroes en lo alto de los edificios de Chicago que estaban en un primer plano, es decir, en el escaparate había reproducciones de algunos edificios de la ciudad y, al fondo, el cuadro que he comentado antes. Mirad a este Venom maquinando planes diabólicos:
Al otro lado de la puerta tenemos otro cuadro, mucho más pequeño, de Star Wars:
Y justo delante del cuadro de Star Wars, estamos todavía fuera de la tienda, teníamos a este buen hombre al que el viento le estaba jugando una mala pasada.
Bien, por fin llegó el momento de entrar, y casi sin darte tiempo para reconocer el sitio y echar un vistazo global en la tienda hay algo justo después de la entrada que capta toda tu atención y te impide llevar a cabo dicha tarea con éxito: un Ironman a tamaño real con luces y todo. FLIPANTE.
En esta foto se aprecia lo grande que es la tienda, una superficie de más de 200 metros cuadrados llena de guiños y detalles interesantes. Innumerables cajas de kits de sus franquicias más potentes, la clásica zona en la que puedes crearte tus propias minifiguras combinando las distintas piezas de las partes del cuerpo como quieras y niños, muchos niños felices por todas partes.
Uno de los "guiños" que más me gustaron fue esta recreación de un McMenú. Simple a la par que curioso.
Para terminar enseñaré lo que me compré porque en una visita a una tienda LEGO es inevitable que no caiga algo. Aunque tengo que decir que ya llevaba una idea de lo que iba a comprar antes de entrar. Bien, esto es lo que cayó:
Con estos tres mi colección de llaveros de LEGO Las Tortugas Ninja está completa. Que conste que no decidí empezar esta colección por iniciativa propia. El año pasado un colega me trajo de Alemania el llavero de Leonardo, más tarde me compré a Raphael en la tiendo de LEGO de Columbus, Ohio. Y esta vez decidí dejarme de tonterías y terminar la colección. En un principio no tenía pensado hacerme con Splinter pero es que estaba tan insultantemente barato (0,98 dólares) que no pude no llevármelo, supongo que por lo feo que es y por lo poco que se vende.
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