Esta semana ha sido, para mí, bastante decepcionante en cuanto a las series que sigo se refiere. El domingo terminaba la 4ª temporada de The Walking Dead de la que esperaba bastante más acción en el capítulo final, pero este solo siguió la tónica general que arrastraba la temporada desde su regreso en enero.El lunes terminaba para siempre Cómo conocí a vuestra madre, serie que seguía desde casi el principio y que es muy especial para mí en varios sentidos, tanto que hasta redacté mi TFM de mi máster en traducción sobre ella. El final, sin embargo, me dejó un sabor amargo y, ojo, no me refiero a los eventos. Todo lo que pasa me parece bastante lógico pero es, sin embargo, el cambio de ritmo de los últimos momentos del capítulo final fue lo que rechinó como cuando arañas una pizarra con las uñas.
Parece que no fui el único al que le chocó esto y Ricardo J. Dylan editó los instantes finales del capítulo cortando lo que sobraba dejándonos lo que para muchos fans (tenéis la prueba en los comentarios del vídeo) es el final que debió tener la serie. En este final Barney y Robin no se divorcian, Tracy no muere, por lo que al final Ted no se presenta con la trompa azul en la casa de Robin, eventos que, si bien no me parecen desmesurados, sí creo que aparecen de forma tan repentina que al espectador le pillan literalmente en bragas.
Solo puedo decir una cosa: gracias Ricardo, por concederle a esta serie el final que se merece.
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