Conforme avanza el vídeo va tomando un tono bastante oscuro que llega incluso a dar mal rollo. Una metáfora muy cruda de la vida en sí misma que pone de manifiesto que nada dura para siempre, ni el propio éxito de unos personajes de dibujos animados. Aunque, claro, con las licencias que nos permite su formato podríamos argumentar que lo que se nos cuenta en este vídeo no es más que lo que ocurre en un universo paralelo o en un futuro alternativo y la realidad de nuestro universo es que todos estos personajes siguen manteniendo su éxito gracias a proyectos como La Dibupedia de los 80. Sea como sea, He-man y Duncan siguen tan gays como siempre.
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